Sigo apostando sobre seguro; comentar"El juego de Ender" lo es.
Cruel, descarnada... Nada que ver con la imagen pueril y mojigata que muchos quieren ver en ocasiones en la Ciencia Ficción.
La fantasía es en esta novela un mero vehículo para contarnos cómo es el ser humano: sus relaciones, sus defectos, sus virtudes, sus miserias... Y el cuerpo se nos revuelve cuando de repente pensamos: ¡No son más que niños!
Los héroes no son experimentados y curtidos soldados espaciales, ni tampoco los villanos son en realidad los temibles insectores contra los que lucha la raza humana.
Recuerdo mi reflexión cuando leí por primera vez "El juego de Ender": No hacen falta miles de sofisticadas naves enfrentándose en un exótico rincón del Universo para describir una buena batalla que nos haga vibrar. En los enfrentamientos entre los escuadrones de niños se dan cita todos los elementos necesarios para disfrutar de batallas interesantes, emocionantes e incluso apocalípticas.
En resumen, cuando hay algo que contar y se sabe contarlo, no hacen falta más adornos ni sofisticados escenarios tecnológicos.
Es una excelente novela. No soy el primero que lo dice, y supongo que tampoco el último.
¿Las secuelas? Buenas; la historia continúa, y uno se alegra de que así sea...
© Sam 2007