Reseña de "Marte rojo"

Antes de empezar, avisar a quien le vaya a molestar que no me sume a la avalancha de elogios y parabienes que arrastra la novela que no siga leyendo. Me molesta nadar contracorriente, e incluso he retrasado la salida de la reseña mientras pensaba si debía escribirla o no, pero, francamente, y por las razones que daré más adelante, no me ha convencido.
Quien quiera pensar que la reseña es la rabieta de un mal escritor que envidia el éxito ajeno está en un error. Puede pensarlo, pero está escrita por un lector de ciencia ficción con más de treinta años de lectura y bastantes cientos de títulos a sus espaldas.
En primer lugar, no puedo resistirme a hablar de la edición de Minotauro (de paso, supongo que cierro la puerta a que jamás osen editarme). La novela está mal maquetada: las páginas pares e impares no siempre coinciden y, lo que es peor, ni siquiera posee márgenes de encuadernación. Para quien le interese, es una zona de alrededor de 0,5 cm. que se añade a la izquierda de las páginas impares y a la derecha de las pares para que, al abrir el libro una vez encuadernado, el texto quede centrado. Si se omite, al ser imposible abrirlo completamente, el texto siempre tendrá menos distancia al lomo que al exterior.
La portada es cara, casi ostentosa, con una espectaculares letras brillantes en el título... Lástima que sea lo único brillante del exterior. La ilustración es muy básica y el reflejo en la escafandra es un "copiar y pegar" del paisaje y el efecto de reflejo inexistente. Es una pena que no se le hubiese encargado su diseño a cualquiera de los muchos buenos ilustradores que hay en España.
Para terminar, además de la insistencia hasta la saciedad y la arcada continua del loísmo en la traducción (a mi hermano no LO invité a cenar, sino que LE invité a cenar, ¡carajo!), el texto está plagado de errores de puntuación que, en una edición profesional, podrían calificarse de graves (seguro que en este texto los hay; es inevitable cuando uno habla de ortografía o gramática... Murphy, ya sabéis).
Sobre la novela, no entro a valorar la monstruosa labor de documentación y la pulcritud de las descripciones, porque son objetivamente encomiables.
Tampoco hay que ponerle peros a los ambientes imaginados para los distintos grupos según su origen cultural y geográfico aquí en la Tierra, ni tampoco a la definición de personajes, aunque, sí es verdad que, en ocasiones, parece como si la personalidad de ellos se hubiese adaptado a lo que convenía a la trama, no sé si me explico; encajan demasiado bien con el papel a interpretar como para ser creíble o verosímil.
¿Por qué entonces he comenzado anunciando que la reseña podía valerme el fuego eterno del infierno de los herejes de la Ciencia Ficción? Simplemente porque, a pesar de haber trabajado para dar con los ingredientes más selectos y de mayor calidad, el conjunto y el ritmo no están a la altura de una empresa de tal magnitud.
Los cambios de ritmo son circunstanciales y no fruto de un estilo depurado: pasajes importantes que pasan ante nuestros ojos a velocidad fulgurante, episodios lentos hasta la extenuación...
Tratar de describirnos algo a través de los ojos del protagonista es algo más que hacerle viajar y detenerse en decenas de sitios para describirnos lo que allí encuentra.
De acuerdo con que hay momentos estelares, muy bien narrados y que mantienen la atención (cuando no la tensión) del lector, pero son menos de los que uno desearía.
En mi opinión, el proyecto era demasiado ambicioso: se pretende contar al detalle todo el proceso de terraformación, relaciones entre los colonos y el telón de fondo de las intrigas y luchas de poder terrestres. Ello provoca saltos, seguidos de páginas y páginas de descripciones de lugares y situaciones, después, otro salto... mala mezcla, desde mi punto de vista al menos.
Puede que se deba al momento en que la he leído, pero mi impresión se resume en 4 palabras: no me ha enganchado.
¿No recomiendo su lectura? Sí, por supuesto, aunque aconsejaría un ejercicio previo de "olvido de laureles y premios" para no desilusionarse como me ha ocurrido a mí.
Es una lástima, pero, aunque podría haber sido una obra "redonda", se queda a las puertas en varios aspectos.
Ya sólo me queda prepararme a recibir los insultos del respetable...

© 2008 Santyago Moro

Pues sí, se podría decir que hoy es el día en el que "Crónicas de la Federación" es oficialmente una saga de la ciencia ficción.
Gracias a los amigos de LA TERCERA FUNDACIÓN por incluir mi serie.

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