Aunque, obviamente, no se trate de una novela de ciencia ficción, no puedo dejar de aprovechar este espacio para reseñar otro tipo de narrativas siempre que las obras lo merezcan, al menos desde mi punto de vista.
Éste es el caso de "Astur" de Isabel San Sebastián, ejemplo de ficción dentro de la Historia, entremezcladas ambas con un buen hacer excelente, sin que el lector sea capaz de entrever dónde termina la una y comienza la otra.
"Astur" es una novela en la que la Historia se pone al servicio del argumento y la vida de los personajes de ficción, y no al contrario, como sucede en ocasiones, en las que parece como si el autor quisiera justificar el duro trabajo previo de documentación, haciendo un alarde de descripción del momento histórico que no le hace precisamente un favor al ritmo de la narración.
Comienza la novela con un cierto exceso de adjetivos y metáforas que amenazan con un estilo demasiado "empalagoso" y difícil de seguir en caso de mantenerse durante toda la obra. Al menos, no parece tratarse de presunción ni de falta de oficio de San Sebastián, sino de un mero recurso para adentrarnos en un mundo de magia y rituales ancestrales, unidos intrínsecamente a la Naturaleza, y de ahí las constantes referencias a ésta.
Por suerte, una vez "metidos en harina", el estilo se vuelve más fluido, aunque sin renunciar a una parte de los adornos que, ahora sí, enriquecen enormemente la obra sin distraernos del argumento ni dificultando su lectura.
Es ésta una historia épica, en la que los sentimientos chocan contra una realidad y un destino que les son adversos, y en la que los personajes están perfectamente definidos y gozan de una personalidad propia: creíble y muy humana. Los héroes lo son por su determinación y fuerza, no por una aureola de dignidad y conocimiento de su destino que les habría despojado de la verosimilitud que desbordan.
Únicamente en la recta final de la novela, me ha parecido como si el desenlace de las vidas de los protagonistas hubiera cedido demasiado a la narración de los acontecimientos históricos, provocando una cierta sensación de impaciencia en el lector, identificado a esa altura con ellos y deseoso de conocer al detalle el final de sus aventuras. Sin embargo, esto no desmerece en absoluto la novela ni deja ningún tipo de sensación negativa sobre ella, obedeciendo, probablemente, al inevitable "mal de altura" que se percibe cuando se está terminando de escribir y la palabra "FIN" nos hace titubear y hasta dudar de si estamos acabando de forma demasiado apresurada o, por contra, alargando más de lo recomendable el desenlace. De todas formas, el lector puede también sufrir ese "mal de altura", por lo que ésta es la apreciación más subjetiva de la presente reseña.
Sin atreverme a hablar de influencias, "Astur" entraría por méritos propios en el selecto grupo de buena ficción histórica, codeándose sin complejos con "Los pilares de la Tierra" o "La catedral del mar", por poner dos ejemplos populares. Quizá... Incluso... ¿Por qué no decirlo?... Los que la habéis leído, ¿no os vino a la mente en algún momento "El clan del oso cavernario"? Ya me diréis si son únicamente fantasías mías...
Añadir que "Astur", más que la primera parte de "La visigoda", es una precuela de ésta, escrita con posterioridad a pesar de contar una historia anterior en el tiempo.
La edición impecable; la portada espectacular. Lástima que, sin contener faltas graves, la corrección no esté pulida del todo, necesitando alguna que otra coma y poco más.
En resumen: una buena y recomendable novela, fruto de un trabajo metódico y una sensibilidad extraordinaria.

© 2009 Santyago Moro